Fuente: El Cronista
Empezó fabricando carteras en su casa y pasó de las ferias a tener local propio: ahora quiere llegar a España
Adoratta, la marca de diseño con la que Gisela Di Paolo y Diego Gomez, miembros GV 145 y 217 respectivamente, comenzaron vendiendo 500 carteras por mes y con la cual planean lanzarse en España este año.

Gisela Di Paolo ya sabía a qué quería dedicarse desde que era muy chica. Su abuela le había enseñado a coser y, juntas, hacían cursos de corte y confección en los clubes de jubilados. Tras recibirse como diseñadora de indumentaria en la UBA decidió transformar esa vocación en un emprendimiento. Así nació Adoratta, una marca de carteras de diseño con la que vende 5000 unidades por mes y con la cual planea lanzarse en España este año.
“En la facultad tuve una materia que se llamaba ‘Diseño de accesorios’ y era la que más me apasionaba. Ahí tuve que hacer una colección de carteras y descubrí que me gustaba más eso que la indumentaria en sí”, cuenta. Y detalla: “Lo que me gusta de los accesorios es que es un producto único que te da un detalle. Podés estar vestida toda de negro, pero si te pones una buena cartera va a sobresalir”.

Al principio las hacía de plástico y se las vendía a sus amigas. Pero después de un tiempo decidió renunciar en la empresa de lencería en la que trabajaba para dedicarse full time a su proyecto. En el altillo de su casa cortaba el cuero de cada una de las carteras que luego mandaba a coser. A su vez, invirtió en herrajes y se encargaba de diseñar y armar los productos. Aquellos modelos se los vendía a diversas marcas, como Soho o María Cher, hasta que en 2008 optó por lanzar su propia etiqueta.
“Hice cursos especializados en marroquinería y en la práctica fui aprendiendo. Fue difícil emprender porque te topas con un montón de cosas que en la carrera no te las enseñan”, recuerda. Di Paolo montó un puesto en la feria de diseño en la plaza de Palermo Soho y ahí empezó a vender las carteras Adoratta (adorada, en italiano). Cuatro años más tarde aquel stand se convirtió en un local propio en ese mismo barrio porteño y una fábrica con 18 empleados en Villa Bosch. “Hoy me ocupo solo del diseño porque tenemos modelista y cortador. El cuero implica mucho trabajo artesanal porque se corta una por una”, asegura Di Paolo.
A las carteras de diseño, cuyos precios van desde los $ 20.000 hasta los $ 27.000, se incorporaron más productos: bandoleras, riñoneras, mochilas, cinturones, billeteras, tarjeteros e incluso zapatillas y botas texanas. A estos se le suma la línea Puffer con productos hechos de microfibra. “De calzado lanzamos cinco o seis modelos por temporada para armar el look, pero nuestro fuerte son las carteras porque representa 3000 de las 5000 unidades mensuales que producimos”, explica.
Las ventas se reparten en partes iguales entre el local físico y la tienda online. Y comenta sobre las tendencias: “Ahora se eligen carteras más chicas por costos y porque cambió el uso. Antes estaban de moda los bolsones para ir a la oficina y llevar todo”.
La ampliación del portfolio está relacionada con un proyecto de hacer crecer la marca a través de franquicias. “Estamos afianzándonos con la venta en el interior y queremos conseguir clientes mayoristas en más provincias. Las franquicias serían para 2024“, comenta la emprendedora. A su vez, agrega, en breve planea lanzar Adoratta en España y Chile. “Está avanzado y sería a través de un representante allá. Vamos a hacer una prueba piloto”, menciona.
El plan europeo también traería aparejado una ampliación de la capacidad productiva de la compañía. “Hoy trabajamos de manera externa con un taller de costura pero queremos alquilar un galpón cerca de la fábrica para hacer la costura internamente. Lo necesitamos para encarar mercados más exigentes como Europa”.
EN CIFRAS
Fundación: 2008
Inversión inicial: u$s 2500
Producción: 5000 unidades por mes
Facturación: $ 75 millones por año
Empleados: 18